El suave viento mecía las hojas de los árboles. Éstas bailaban con un ritmo pegadizo, dejándose llevar.
Los rayos de sol se colaban por el espacio que quedaba entre árbol y árbol y daba vida a pequeñas flores que yacían en la tierra. Se respiraba un buen olor, un olor que transmitía paz y tranquilidad.
Ese bosque era enorme. Más a dentro había un río, con agua fría y cristalina. También habían insectos, como mariposas, grillos, abejas... Un bonito lugar.
Sin duda, el paraíso.
Que bonito el texto!!!:)
ResponderEliminarbesos
Hola Alba, buen escrito.
ResponderEliminarPásate si quieres^^
Ares
¡Precioso relato! Me encantaría ir al paraíso, suena genia;)
ResponderEliminarBesos,
Sara.
Hermoso escrito <3. La descripción es muy similar a como yo me imagino que sería :3.
ResponderEliminarMe encantó preciosa descripción y la foto queda perfecta, ojalá pudieras pasar por mi blog, un beso gigante alba :D
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