Y yo pensé que ya lo había pasado realmente mal, que ya nada me podría poner más triste, o hacerme llorar. Eso pensaba.
Y es cuando te das cuenta de que fuiste una verdadera tonta... que confiaste y lo unico que pasó fue que te fallaron, te utilizaron, y cuando ya no les hiciste falta, te dejaron de lado.
Ya no quiero recordar más, ni echarle de menos... tan sólo pasar página, volver a ser feliz. O al menos... parecerlo.
Hubo sonrisas, sí, pero no tantas como lágrimas.
¡aaaaaaaaaaaaaaaay!
ResponderEliminarpero que entrada Alba, de verdad me has logrado romper el corazón en mil cachitos, porque te entiendo, a veces ya no quieres sentir, ya no quieres pensar, ya no quieres nada, sólo el silencio o en todo caso, el sonido de las lágrimas.
un beso gigantesco, ojalá puedas pasar por mi blog.
Se consigue, ¡y muy rápido!
ResponderEliminarprecioso texto Alba :3
un besito
Sí, suele pasar...
ResponderEliminarA veces crees que has pasado cosas muy duras y ¡BAM!
Besos, Amanda.
Hay Alba, lo malo de fingir es que terminas conformándote con fingir, hasta tal punto que puede parecerte suficiente... Ten en cuenta que el dolor es parte de la vida, siempre se supera pero siempre acecha. La verdad es que no se que decir, en fin, ¿que voy a saber yo de estos temas?
ResponderEliminarBesos.
Hay veces que es inevitable sentirse así, pero con el tiempo todo se cura.
ResponderEliminar¡Un beso!
Siempre haces que me sienta indentificada en tus textos, son maravillosos.
ResponderEliminarBesos
Destiny (Kiara)