jueves, 28 de febrero de 2013

Adivina el famoso #1


¡Hola!

Hoy empiezo una sección, que la haré cada jueves. Se titula 'Adivina el famoso' y trata de adivinar quien es el famoso que sale en la imagen.


El jueves que viene diré quien es el famoso y las respuestas que me habéis dado. Y ese mismo jueves pondré otro famoso.

Los comentarios no serán publicados, tan sólo me apuntare que habéis dicho y a la otra semana pondré vuestro nombre y a quien habéis elegido.

¡Muy bien! Este es el de esta semana, os doy una pista, es una chica xD

 
 
¿Ya sabeis quién es? ¡Dejar en comentarios el nombre y el apellido de esta chica tan famosa!
 
Kisses
 
 

martes, 26 de febrero de 2013

5000 noches


Quiero sentirte, perderme en tu mirada. Abrazarte hasta que me quede sin fuerzas. Quiero que nos perdamos en nuestros besos, en nuestras caricias. Como si fuéramos los únicos del mundo. Un lugar para los dos.

Quiero cogerte de la mano, mirarte a los ojos y dejar que el destino haga lo demás.
Deja que hoy te diga lo mucho que te amo. Tan sólo hoy. Acercate a mi y bésame.

Luces, música y tan sólo tu y yo. Toda una vida juntos. Hagamos lo que queramos, pero siempre juntos. A donde quieras cariño.
Juntos seremos mejores, más fuertes, más poderosos. Podremos derrotar el mundo.
Escuchame, no pido más.

Son 5000 noches aprendiendo a quererte
Son 5000 noches compartiendo soledad

Son 5000 noches esperando a que mañana estés a mi lado
Son 5000 noches confiando en que mañana estarás a mi lado...♥

 
Te quiero♥
 



viernes, 22 de febrero de 2013

'El relato de Laura' Capítulo 10


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Después de ese abrazo teníamos muchísimas cosas de qué hablar. Pero sonó el timbre. El dichoso timbre que anunciaba que ya teníamos que volver a clase. Fuimos juntas hasta clase pero no nos dijimos nada. Era algo muy extraño. Sentía que Noelia me tenía que decir algo.

Estaba sentada en mi silla, delante de mi pupitre, con los libros preparados. Todos los demás estaban dispersados por la clase con sus amigos, hablando, escuchando música… El profesor de latín siempre llegaba tarde.
Vi como Lola estaba hablando con Álex. ‘¡Que tonta es!’ pensé. Pobre Álex, estaba intentando salir de esa situación y no sabía cómo.
Pero pocos segundos después, vi cómo Álex se acercaba a mí, peinándose sus preciosos rizos negros.

Me quedé embobada.

-¿Laura? ¡Vuelve!- dijo muy graciosamente
-Em… ¡Sí! Dime
-Jajajaja, que pesada es Lola… ¡No la soporto!
-Buf… Ya ves…
-¿Ah sí? ¿Qué te ha dicho?
-Ahm… Nada, veo que es pesada
-¿Qué tal con Noelia? He visto como le abrazabas antes
-Si… Luego hablaremos…Supongo- dije aun embobada
-Ya verás que todo se solucionará

Álex me dio un abrazo y se fue hacia su silla, el profesor estaba al llegar. Mientras Álex se iba me di cuenta de lo majo que es. Es perfecto. Hasta su forma de caminar. Increíble.

Pasaron las horas. Se me hizo muy largo. Pero por fin acabó el día de colegio. Eran las cinco.

Bajamos todos abajo y buscaba entre la multitud del patio a Noelia.

No la encontraba.

Vi a lo lejos a Álex, estaba junto a su hermanita pequeña; Sara

Me acerqué y le pregunté por Noelia, me señaló a la puerta del patio. Estaba allí. Le di un abrazo y me despedí de él.

Fui hacia Noelia. Obviamente.

-¡Noelia!- le saludé

Noelia se estaba tapando los ojos, y se los frotaba con la manga de la camiseta.

-Hola- me dijo
-¿Estas bien? ¿Estas llorando?- le pregunté
-No, no…
-¿Podemos hablar?
-Aquí no… ¿Quieres venir a mi casa?
-Espera que llamo a mi madre

Saqué mi BlackBerry rosa de mi bolsillo. Mis manos temblaban y me costaba mucho teclear el numero de mi madre.
Finalmente mi madre accedió con una condición. Que hiciera los deberes. Esa condición era fácil de cumplir.

Noelia y yo íbamos calladas todo el camino. Estaba nerviosa. Y ella parecía que también.

-¿Es algo malo?- le pregunté mientras caminábamos sin mirarnos.

Pero no obtuve respuesta de ella, solo me miró. Sus preciosos ojos verdes estaban enrojezidos y se le habían cambiado de color, a un verde mucho más claro.

Me callé y continue el camino con ella.

Cuando entré a su casa saludé a su madre; Adela y fui junto a Noelia s su habitación.

-Sientate en la silla, Laura- me dijo con un hilo de voz.

Me senté

Noelia tiró su mochila a la cama con furia y rompió a llorar desesperadamente. Sus ojos se pusieron aún más rojos. Como podía se quitaba el pelo de la cara.
Yo tenía una cara muy extraña. No entendía nada.

-¿Noelia?¿Qué pasa?- estaba muy, muy asustada
-Laura…- decía como podía entre lágrima y lágrima
-¡Que!- dije desesperada
-Mierda,mierda,mierda…-decía dando vueltas por su habitación- no tenía que pasar esto así…
-No entiendo nada…-dije bajando el tono de voz

La verdad es que no entendia nada. ¿Qué pasaba? Noelia seguía dando vueltas y vueltas y yo sentada en esa silla de madera, que parecía que se iba a romper en cualquier momento.

Noelia se relajó. Se sentó en su cama y sacó del bolsillo su móvil. Un bonito Samsung Galaxy Note II y parecía que hacía algo, pero tan sólo quería que pasara ese momento.

-¿Me voy?- le dije
-No, tu no…-dijo sin acabar la frase
-¿Y esa entonación?
-Me voy yo Laura…me voy yo…-dijo de nuevo llorando

Noelia dejó su móvil en su cama y vino corriendo a abrazarme. Yo la abracé y las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.
Aun no sabía cuándo, ni a donde y lo importante; durante cuánto tiempo, pero no quería estar sin ella. Sin ese pedacito de mí.



Le abracé bien fuerte. No la quería dejar ir.

domingo, 17 de febrero de 2013

'El relato de Laura' Cap.9


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El papelito estaba doblado y solo había una palabra escrita.
En ese papelito decía ‘Escribe’.

Mi cara fue de interrogante. ¿Qué significaba ese ‘escribe’? Ni idea. Dejé el papelito en mi mesilla de noche y me dispuse a hacer todos esos horribles deberes.

Después de acabarlos me duché y me quedé mirando el papelito. Era algo muy extraño. ¿Habrá sido Noelia? ¿Álex? ¿Quién?
Me quedé muy rallada.
Cuando fue la hora de cenar bajé, pero estuve toda la cena callada.

Pasaron algunos días. Todo seguía igual. Álex y yo muy amigos, el papelito aún seguía en mi mente y Noelia seguía sin hablarme.
Quería poner fin a todas las cosas.Quería terminar con todas las preocupaciones y con todo. Eso es lo que yo quería, otra cosa es que fuera a pasar.

Pensaba que todo lo malo ya había pasado, y que ahora solo me esperaba un bonito paisaje, pero no. Todo acababa de empezar.

Un bonito martes me desperté con las ideas muy claras.
Mientras me peinaba en el espejo pensaba la conversación entre Noelia y yo.
Todo iría bien, ella me entendería, como siempre, y yo a ella.

Salí para casa derechita para el instituto, pero mientras iba para allí me choqué contra una señal y me caí, manchándome toda la ropa.

-¡AAAAAAAAAH!- grité

Miré a mí alrededor. En la calle estaban haciendo obras y me había manchado todo el pantalón y parte de la chaqueta de barro. ¡Qué mala suerte! No sabía que estaban de obras, aunque en ese momento recordé que mi madre ya había dicho que comenzarían obras en nuestra calle…

Me levanté como pude y me limpié también como pude. Continué mi camino con una cara lo más feliz posible.

Antes de entrar a clase decidí ir antes al lavabo para echarme algo de agua en los pantalones.

Allí también estaba Lola. Estaba pintándose los labios.

-Hola- le saludé
-Qué raro que no estés ya en clase- me contestó
-Me he caído y me he llenado de barro…
-¿De qué vas?- me dijo con voz chulita
-¿Eh?- dije asustada
-Laura, no vayas de mosquita muerta que te conozco
-¿Qué te pasa Lola?
-Álex
-¿Qué pasa con Álex?
-Que no es tu novio, no vayas ahí con él como si lo fuera
-Pues tampoco es el tuyo- le dije bien orgullosa
-Lo será
-Pues me alegro por ti
-Cállate estúpida mimada

Y se fue dando un portazo. Pues muy bien. No me importaba absolutamente nada Lola. Y no me gustaba Álex, así que todo para ella.

Salí del lavabo y fui a clase. No se me notaba casi que llevaba los pantalones manchados. Me senté en mi sitio.

-Hoy os cambiaré de mesa- explicó la profesora

Fue nombrando a personas y diciéndoles su nuevo sitio. A mí me pusieron a la derecha de Álex, y yo a mi derecha no tenía nadie, era última fila. Delante estaba Esther y enfrente de Álex, Verónica. Yo me hablo con Esther y Verónica. Son unas chicas muy simpáticas y graciosas, pero no es que seamos unas grandes amigas.
Estaba en un buen sitio. Aunque Noelia estaba en la otra punta al lado de Lola. ¡Qué rabia!

Las siguientes clases fueron geniales. Me las pasé riendo con Álex y tirándonos papelitos mientras los profesores no nos prestaban atención.

Cuando llegó la hora del patio fui a nuestro banco.

Ese banco ha sido uno de los grandes lugares de mi vida. Allí conocí a Noelia, allí nos contamos nuestros secretos, allí hemos pasado los mejores momentos de nuestra vida. Juntas. Se me hacía muy difícil no hablar a la mejor amiga que he tenido, a una chica que siempre me ha ayudado y me ha apoyado.

Estaba sentada esperando que viniera Noelia.
Por allí venia.

Se sentó en su lado del banco y no me miró. Ni un segundo.
Vino Lola con sus aires de superioridad y le dijo:

-Noe, ¿te vienes conmigo y Tania? Deja de estar sentada en ese cutre banco

Yo miraba fijamente a Noelia con cara de tristeza. Estaba perdiendo a Noelia.

-Perdona, ¿Quién te ha dado permiso para llamarme ‘Noe’? Y, ¿Cómo te atreves a decirle ‘cutre’ a este banco? Ha sido lo mejor de mi vida- le contestó Noelia con un tono de seguridad, muy orgullosa de todo.

Miré a Noelia y sonreí. Noelia también me miró y me sonrió.
Me abrazó, y yo a ella. Necesitaba ese abrazo. Necesitaba a Noelia.







jueves, 14 de febrero de 2013

'El relato de Laura' Cap.8


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No pasó nada. Sí que es cierto que me acerqué a él, pero cuando nos íbamos a besar, nos quedamos parados, mirándonos fijamente a los ojos. Sonreí y él sonrió. Además, por mucho que Álex me pareciera guapo y buen chico, no significaba que me gustaba.

Miré mi reloj, ya eran casi las ocho.

-¡Vaya! Tengo que irme ya…
-Claro…

Esta vez me despedí de él con un simple ‘adiós’.
Mientras me iba, recibí un WhatsApp, lo abrí.

-Estas muy guapa-era de Álex

Me giré y le sonreí.

 Llegué a casa a las ocho. Suspiré.

Noelia estaba súper cabreada conmigo, no me abría chat en WhatsApp.
Me puse el pijama y bajé a cenar. Mis hermanos estaban el sofá cenando; estaban viendo la tele.

-¿Qué hay para cenar mamá?
-Sándwich de jamón y queso

Me senté en la mesa y mi padre estaba también sentado con su Ipad.

-¿Qué haces papá?
-Preparando unos ejercicios para Toni
-Ah…

Si. Mi padre es de esos padres, que como son profesores, te hacen ejercicios y 'examenes' de prueba para que te salga bien el de verdad.
 
Mi madre nos sirvió los sándwiches

-¿Cómo te ha ido con Álex?
-Bien… me pedí un Cappuccino
-Muy bien

Le di un bocado a mi sándwich.
Sonó el teléfono fijo.

-Estamos cenando Laura, luego llamas- dijo mi padre

Yo asentí y continué cenando. Me olvidé del tema del teléfono.

Después de cenar le di dos besos a mis hermanos y a mis padres y me fui a mi habitación.
Me senté delante del ordenador y no tenía ganas de hacer nada. Lo volví a apagar.

Me tumbé en la cama y cerré los ojos. Suspiré. Oí un pitido, mi móvil. Deseé que fuera Noelia, pero no, era Álex.

-¡Hola!
-Hola… no tengo muchas ganas de hablar, lo siento
-¿Es por Noelia?
-Si

 Pasaron unos minutos, Álex no decía nada.

-Me voy a dormir, estoy muy cansada
-Vale, descansa
-Lo intentaré
-Buenas noches Laura
-Buenas noches Álex...

Dejé el móvil en la mesita y me dormí.

El domingo fue un dia simple y normal, como todos los domingos. Te levantas tarde, no haces nada te pasas el día con el móvil y en pijama.

Mientras yo me pasé todo el domingo en el sofá con cara de deprimida, mis hermanos corrían y corrían tirándose muñequitos.
Pero ese domingo acabó pronto, a las nueve y media de la noche ya estaba dentro de mi cama, calentita, leyendo mi precioso libro de Federico Moccia.

A las siete de la mañana el despertador del móvil sonó. De vuelta a la rutina.

Ese día Noelia pasó de mí. Ella se sentó en su lado del banco y yo en mi lado. Estábamos a medio metro, pero no nos decíamos nada. Ella con cara de odio, daba mordiscos a su bocadillo y yo con cara de tristeza miraba los estados de mis contactos de WhatsApp en mi BlackBerry.

Llegué a casa medio muerta. Tenía muchísimos deberes y encima Noelia no me hablaba.

Abrí la puerta de mi habitación y vi que mi ventana estaba abierta. Fui a cerrarla cuando vi que había un papelito en la repisa de la ventana.

Lo cogí, cerré la ventana, me senté en mi cama y lo leí.



 

sábado, 9 de febrero de 2013

'El relato de Laura' Cap.7


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Empezé a tremolar y Álex se dio cuenta.

-¿Estas bien Laura?
-Si…

Vi como Noelia junto a sus primas se acercaban más y más al local.

Tendría que haberme quedado allí quieta y dejar que me descubriera, pero sin pensar mucho, hice una tontería. Rápidamente me bajé y me puse debajo de la mesa.

Álex se preguntaba que hacía.

-¿Laura…?
-Shh-le mandé a callar- luego te cuento Álex

Noelia entró y vio a Álex.

-¡Hola!- le saludó Noelia
-¡Hola Noelia!
-¿Qué haces tú aquí solo?
-Ah…- le di un pellizco a Álex en la pierna- nada…tomándome un capuccinoo
-Repito: ¿Solo?
-Si…

En ese momento me intenté mover; estaba muy incomoda y dí con la cabeza a la mesa.
Noelia se quedó extrañada y Álex se puso rojo.

-¿Qué pasa?- dijo Noelia- ¿Qué hay ahí abajo?
-Sal…- dijo Álex

Me moví por ahí abajo y pude salir de debajo de la mesa. Estaba en un buen lio, ahora si.

-¿Tu no estabas castigada?- dijo muy seria Noelia
-Em…verás…- estaba muy nerviosa
-¿No querías quedar conmigo?- dijo un poco triste
-Sí que quería…pero también me dijo Álex de quedar y tenía ganas de ir con él…-me expliqué
-¿Y no podías habérmelo dicho?
-¡Te hubieras enfadado!
-¡No!
-¡Sí!
-Laura, de verdad, si no tenemos confianza para decirnos ‘hoy no quiero quedar contigo’ ¿Qué amistad es esta?

Me dejó perpleja. No sabía que contestarle

-No hables de amistad Noelia, sé que me escondes algo y no me lo quieres decir
-¿Qué dices?
-Lo que oyes

Noelia me miró con mala cara.

-Cuando tengas confianza me llamas, que ya sabes mi número
-Lo mismo digo, eh- le reproché

Cogí mi bolso y me fui de allí. No caminé muchos metros cuando me empezaron a caer lágrimas por las mejillas. Alguien me llamaba a lo lejos.

-¡Laura!¡Laura!

Me giré y era Álex.

Espere que a que viniera. Estaba muy angustiado.

-Lo siento Laura… No tenias que haberme dicho que si a quedar, podría haber sido otro día.
-No es tu culpa- dije secándome las lágrimas
-No llores
-Noelia no confía en mi
-Si que confía
-¿Y por qué me esconde cosas?
-¿Has pensado que te lo esconda porqué sea algo muy malo y no quiere que sufras?
-¡Pero así estoy sufriendo más!
Sin pensarlo, abracé a Álex mientras lloraba

-Eres una dramática ¿lo sabias?

Álex me hizo sonreír y le miré a sus preciosos ojos marrones. Un color marrón precioso y único. Nos quedamos así unos segundos.
Me sentía bien. Muy bien. Por mucho que estaba disgustada con lo que había pasado con Noelia, sabía que ahora tenía a otro amigo en el que confiar.

Me acerqué un poco más a Álex y…