Mini relato: Nadie me dice como tengo que ser

Esa noche tenia que ir todo genial, no podría haber ni un fallo. Así lo quería mi hermana.

-¡Amanda!- gritaba mi madre desde abajo

Bajé las escaleras y me encontré con ella.

-¿Que ocurre mamá?
-¿Has visto el vestido que te he puesto en la cama?
-Si
-Pues ahora te duchas, te pones bien guapa y te lo pones
-Va...-no pude acabar mi frase, mi hermana caminaba histérica por la casa

-¡Melissa!¿Qué ocurre?- le decía mi madre

Pero yo no quise saber más. Subí a mi habitación como mi madre me ordenó y fui a la ducha. ¿Sabeis porque tenia que ir todo perfecto? Mi hermana se había comprometido con un joven, muy guapo y muy rico. Un tal Javier. Mi hermana quería casarse con él, por supuesto, pero solo por interés, tan sólo por su dinero. Días antes me había echado una buena bronca, no quería que fuera yo misma, no quería que vistiera como siempre hago, con prendas anchas y de mi estilo. Esa noche quería que fuese otra chica. Amanda, estudiosa, buena chica y con planes de futuro, y no Amanda, inteligencia normal, rebelde y skater.

Cuando salí de la ducha me acerqué y miré de cerca ese vestido.

-¡Que horrible!- murmuré

Era un vestido pegadito, de tirantes, con un estampado florar, estilo vintage.
En el suelo había unos tacones de color crema, algo que en mi vida me había puesto y que ahora tenia que ponerme.

-¡Odio los tacones! He tenido 16 años para ponerme unos y nunca he querido, ahora por obligación tengo que ponérmelos- murmuraba mientras me los ajustaba a los pies.

Me miré al espejo y vi que aquella no era yo. Parecía otra. No quería ser esa chica. Me recogí el pelo y me puse una flor. No quería, pero tenia que ser así.

Oí el ruido de unos tacones que se acercaban.

-¡Oh! ¡Pequeña Amanda! Estás bellísima- me decía mi hermana mientras me tocaba el pelo sin dejar de sonreír.
-Ehm...¿Gracias? No me gusta, no soy esta, quiero ponerme como soy yo realmente

Melissa me abofeteó.

-Serás quien yo quiera, no una cutre skater. ¿Entiendes? Eres una cría de 16 años, y no me vas a arruinar la vida.

Se fue con muchos aires de superioridad, pero yo, no podía hacer nada.

Tiene segunda parte que colgaré mañana